Por Abril Martínez Nivar
Santo Domingo.- RD. En
agosto del año 2013 se dió el primer picazo que inició el proyecto de una serie
de arreglos en la Zona Colonial, que incluye la restauración de algunas de las
calles principales, fachadas de establecimientos y casas ubicadas en las mimas,
etc.
El
objetivo que se pretende conseguir con dicho proyecto no tan solo es el de
readecuar las calles principales de la Ciudad Colonial, sino hacerlo bajo el
concepto de lo que fue la ciudad Ovandina, donde se le otorgaba el protagonismo
al peatón haciendo las aceras más amplias, lo que reduce la velocidad de
cualquier vehículo que transite por las calles.
De
igual forma, las aceras están siendo bordeadas por bolardos para así impedir que los
automóviles suban o se parqueen en las aceras, con el fin de convertir el
proyecto en una plataforma única a favor de los discapacitados.
Bolardos en aceras |
La
primera etapa del proyecto corresponde a las calles a intervenir, nueve en
total; siendo de mayor importancia las calles Isabel La Católica y Arzobispo
Meriño, así como también las intersecciones entre las calles Restauración y
José Gabriel García.
Actualmente,
la obra tiene abiertos la mayoría de los tramos planeados originalmente y solo
faltan los tramos entre la Isabel La Católica y El Conde, y entre Gregorio
Luperón desde la Arzobispo Meriño hasta la Isabel La Católica.
“Las
calles mantendrán las vías que tenían asignadas antes de iniciar las
respectivas restauraciones. Dependiendo de las intervenciones del proyecto se
publican planos de desvíos, tanto por las redes sociales como a los habitantes
de la zona y autoridades pertinentes, divulgando de esta forma la información
sobre la circulación por la zona de obras”, afirma William Guzmán, arquitecto, analista técnico y evaluador
de proyectos turísticos.
Mapa de desvíos de octubre 2014 |
De todas formas, establecimientos como
discotecas y restaurantes se han visto afectados y, en el peor de los casos,
quebrados, por el grado de dificultad que tienen los clientes para poder llegar
a recibir dichos servicios, debido a los tapones e inviabilidad que suponen los
arreglos de las calles.
“El polvo que levantan esas construcciones
es enfermizo, mi hija de cuatro años no ha dejado de apretarse cada dos o tres
meses después que empezaron a hacer los hoyos”, alega Raquel Gómez, residente
de la Zona Colonial.
Residentes y comerciantes de las calles en proceso de
reconstrucción están desesperados con la realidad que viven hace un año:
negocios como discotecas, bares y reposterías han quebrado o tenido que cambiar
de locación debido a que los clientes evitan de cualquier forma posible el dolor de
cabeza que se produce al intentar llegar a la sucursal en cuestión; las
personas que residen en casas o apartamentos contiguos a dichas calles dicen
tener problemas incluso para llegar a la hora correcta a sus respectivos
lugares de trabajo; compañías de taxi han perdido de alguna u otra manera el
ingreso que provenía de los servicios que solían proceder de esta área.
Asimismo, la reparación de tuberías y tendido eléctrico, que
acompaña los arreglos de la calles, ha afectado uno de los aspectos más
importantes: el turismo. La Zona Colonial es uno de los atractivos turísticos
más importantes, visitada por turistas que vienen de todas partes del mundo, lo
cual ha disminuido considerablemente, no tan solo por el peligro que significa ser peatón en zona de construcción, sino también porque hasta para los “trencitos” con guías
turísticos les es difícil transitar por calles sin desviarse considerablemente,
lo que, consecuentemente, lleva a pasar por alto importantes estructuras y
edificaciones.
El
programa también consolida otros proyectos, como lo son la pintura y
restauración de las fachadas de apartamentos, casas y establecimientos
comerciales de la zona; preparación de guías turísticos; implementación de
cámaras en la Ciudad Colonial junto con su centro de monitoreo; oficinas de
gestión de destino; centros comunitarios, etc.
El
proyecto tiene un año en ejecución. Se pretende acabar la primera etapa del
mismo en el primer trimestre del año 2015, aunque estas fechas no son
oficiales, ya que el avance de los arreglos ha sido afectado por atrasos por
clima, arqueología y procesos de permisología de instituciones como el ADN y la
Dirección Nacional de Patrimonio Monumental.
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Algunas fotos y el video son de fuentes externas.